A
pesar de sus pocos habitantes, Purroy ha sabido mantener sus fiestas más
significativas, que son la romería a la ermita de San Blas, San Roque y Santa
Lucía.
Los de Purroy van a la ermita de San Blas en Sabiñán el segundo sábado de mayo. Salen desde el pueblo con los coches, todos juntos y agrupados, en caravana más o menos ruidosa, sobre todo a la salida, unos treinta o cuarenta vehículos en total. Después de la misa se encienden hogueras para preparar la comida por grupos. Por la tarde vuelven también todos juntos.
Los de Purroy van a la ermita de San Blas en Sabiñán el segundo sábado de mayo. Salen desde el pueblo con los coches, todos juntos y agrupados, en caravana más o menos ruidosa, sobre todo a la salida, unos treinta o cuarenta vehículos en total. Después de la misa se encienden hogueras para preparar la comida por grupos. Por la tarde vuelven también todos juntos.
Hace
años iban andando y en caballerías, llevando un Cristo en procesión a través
del barranco de Trasmón, en una hora aproximada de recorrido. Era costumbre
hacer un alto en el camino en La Estacada para echar un trago. A la entrada de
la ermita les esperaba el santero con una cruz para darles la bienvenida con
una reverencia. Cuando volvían al pueblo, salían a recibir a los romeros con
las peanas de Santa Lucía y San Roque.
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