La
Semana Santa de Ibdes ha sabido conservar sus actos tradicionales. El
Jueves Santo por la tarde se celebran los oficios. El sacerdote lava los pies a
los doce apóstoles, que salieron en procesión el martes anterior. Los de la
rasera dan a cada discípulo una hogaza de pan, que ha sustituido al pan y
tres pesetas que antes entregaban los Liñanes. 
Después empieza la Procesión de los Judíos con todas las peanas y
tres voluntarios que se ofrecen, caminando descalzos y con cadenas en los pies,
portando trompetas de cristal que tocan durante la procesión. Detrás de ellos
va uno con una tralla. Se acondiciona el monumento, cuya estructura permanece
fija durante todo el año. Se ha perdido definitivamente  la procesión en la que se entonaba el Salid,
hijas de Sión, que se hacía sobre las tres de la tarde del Jueves Santo
antes de empezar los oficios.
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| Preparativos del abajamiento en la iglesia de Ibdes | 
-Salid hijas de Sión,
de Ibdes:
Salid, hijas de Sión, 
salid muy apresuradas,
salid, no estéis desmayadas 
y veréis al que os crió, 
salid que lo he visto yo, 
atado y preso sen cadenas, 
salid que culpas ajenas 
llevan su cuerpo arrastrando, 
salid que le van tirando 
puñadas con empellones,
salid a oír los pregones 
cómo dicen muera, muera, 
salid, veréis la carrera 
toda de sangre bañada, 
salid, veréis lastimada 
a la Madre Virgen Pía, 
salid en su compañía, 
salid que os está llamando, 
salid que va desmayando 
y ayudarle a caminar, 
salid con ella a llorar 
los dolores desiguales, 
salid que por las señales 
conoceréis a su esposo, 
salid que va hecho un leproso 
por cumplir lo de Isaías, 
salid, veréis al Mesías 
de cardenales cubierto, 
salid que al monte desierto 
llévanle a crucificar.  
 
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