martes, 17 de marzo de 2015

Entre dos matas había dos conejos, de Huérmeda

En Huérmeda empleban también otras retahílas para salvarse, como esta sencilla, que se recitaba,  “A una, una, sale la luna, a quien le caiga la treinta y una”.

Iglesia de Huérmeda
-Entre dos matas había dos conejos, de Huérmeda.

Entre dos matas había dos conejos
el uno era blanco y el otro era negro,
tanto que corrí no los alcancé
les tiré un tirito y a los dos maté. 

Pajarito rebonito
¿dónde vas tan verdadero?
a la era verdadera,
chis, pun, fuera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario